miércoles, 6 de marzo de 2013

Pseudoamistad


Alguien me dijo una vez: "el que tiene mucha suerte en esta vida tiene un amigo"

Cuando eres joven e inexperto, al escuchar esta frase, no puedes evitar reirte y exclamar muy seguro de ti mismo: ¡Pues yo entonces tengo muchísima suerte, porque tengo un montón de amigos!

Ves pasar los años y, te das cuenta de lo treméndamente equivocado que estabas, de lo ingenuo que eras.

Ves que, esa lista de mejores amigos que tenías ha ido disminuyendo de forma desproporcionada, de manera inevitable.

Pasan los años, vienen los daños, decepción tras decepción. El caso es que cada vez y de manera mas frecuente te vas acordando de esa dichosa frase.

Pasan los años y cada vez te parece menos descabellada hasta que, finalmente, te rindes ante ella.

Sientes que, esos ideales, tus sólidos ideales, eran de cristal.

¿Frustrante, verdad? Ver como se hacen añicos contra el suelo como aquella botella de ron barato que compraste en aquel botelleo, y que no sujetaste bien.

Y ahora... mi parte favorita, la auto-crítica. ¿crees que has sido o eres un buen amigo?

A veces, la culpa no es del mundo, sino tuya.

Y es que me sorprende lo profanada que está la palabra "amigo".


No todo el mundo vale para ser amigo. Y tu?

1 comentario:

  1. Cuenta conmigo. No se si valgo como amigo, pero siempre me tendrás por si surge la necesidad. Recuerda, solo se sabe si tienes un amigo si responde cuando le pides que te acompañe en momento determinado de tu vida y no escusa con esque.

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